Como siempre digo, el Judo es mucho más que un arte marcial; es una filosofía de vida. Entre sus principios fundamentales, uno que destaca por su profunda relevancia es el de Jita-Kyoei, que literalmente significa «beneficio mutuo y prosperidad». Este concepto, a menudo subestimado u olvidado, es esencial para comprender el verdadero espíritu del Judo y cómo puede trascender más allá del tatami.

Pero, ¿Qué es realmente el Jita-Kyoei?

El término Jita-Kyoei proviene del japonés, donde «Jita» significa «uno mismo y los demás» y «Kyoei» se traduce como «prosperidad mutua». Este principio fue establecido por Jigoro Kano, como uno de los pilares fundamentales del arte marcial. Kano creía que el verdadero éxito en el Judo no se medía solo por la victoria personal, sino por el beneficio que nuestras acciones aportan a la comunidad en general.

Jita-Kyoei no se trata solo de ganar o perder en el tatami. Es una filosofía que nos invita a considerar el bienestar de los demás tanto como el nuestro. En un mundo donde a menudo prevalece el individualismo y el egoistmo, Jita-Kyoei nos recuerda que el verdadero progreso se logra cuando trabajamos juntos hacia un objetivo común. Dentro del tatami podemos ser rivales (momentaneamente), pero a la vez compañeros y amigos.

La aplicación de Jita-Kyoei en el tatami

En el Judo, cada sesión de entrenamiento es una oportunidad para practicar este concepto. Cuando entrenamos con un compañero, ambos nos beneficiamos. A través del randori, no solo perfeccionamos nuestras propias habilidades, sino que también ayudamos a nuestro compañero a mejorar las suyas. Es un intercambio constante de aprendizaje y crecimiento. En un randori, ambos buscamos la victoria, pero a la vez, ambos aprendemos y ganamos.

El respeto es fundamental en el Judo, y es una manifestación directa de Jita-Kyoei. Saludar al entrar y salir del dojo, inclinarse antes de comenzar un combate, y agradecer al compañero al finalizar, son todas expresiones de este principio. Estos gestos sencillos reflejan un profundo reconocimiento de que sin el otro, no podríamos mejorar ni avanzar en nuestro camino. ¿Existe el judo sin un compañero o adversario?

Más allá del tatami: Jita-Kyoei en la vida cotidiana

El principio de Jita-Kyoei no se limita al Judo; es un valor que podemos aplicar en nuestra vida diaria. En nuestras relaciones, trabajo, y en la comunidad, el enfoque en el beneficio mutuo puede transformar nuestras interacciones. Imagina un mundo donde cada acción que tomes no solo te beneficie a ti, sino también a los demás. Este es el poder de Jita-Kyoei.

Por ejemplo, en el ámbito laboral, la colaboración y el trabajo en equipo son esenciales para el éxito. Al aplicar Jita-Kyoei, buscamos soluciones que beneficien a todos los miembros del equipo, fomentando un ambiente de trabajo positivo y productivo. Esta mentalidad de ganar-ganar es la clave para construir relaciones laborales sólidas y duraderas.

Al igual puede ocurrir en la universidad, en un grupo de amigos, o simplemente como ser humano en esta sociedad.

Cómo aplicar Jita-Kyoei en tu Judo

Enfócate en la mejora continua

Cuando entrenas en Judo, es esencial recordar que el progreso personal y el de tu compañero están entrelazados. Al apoyar y motivar a tu compañero, ambos avanzarán más rápido y de manera más efectiva. No querer avanzar muy deprisa en Judo, hará que el beneficio sea más aprovechable, tanto para ti como para tu compañero. Has de saber, que el Judo es un camino largo y bonito. Tienes toda la vida para seguir aprendiendo y disfrutando.

Ambiente de apoyo en el Dojo

Los dojos que promueven un ambiente de apoyo y hermandad reflejan el verdadero espíritu de Jita-Kyoei. Aquí, cada miembro es valorado, y el éxito de uno es celebrado por todos. Este tipo de entorno no solo mejora la calidad del entrenamiento, sino que también fortalece los lazos entre los judokas. En cualquier dojo no cabe la envidia ni el reconcor hacia un compañero.

Beneficios personales del Jita-Kyoei

Crecimiento personal

Practicar Jita-Kyoei no solo beneficia a los demás; también es una fuente de crecimiento personal. Al enfocarte en ayudar a otros, desarrollas empatía, paciencia y un sentido más profundo de propósito.

Fortalecimiento de las relaciones

En la vida, las relaciones que prosperan son aquellas en las que ambas partes sienten que están obteniendo algo valioso. Jita-Kyoei nos enseña a cultivar relaciones basadas en el respeto y el apoyo mutuo, lo que resulta en conexiones más fuertes y significativas.

Superación del ego

Uno de los mayores obstáculos para practicar Jita-Kyoei es el ego. En el Judo, como en la vida, es fácil caer en la trampa del orgullo personal. Sin embargo, el verdadero judoka aprende a superar esto, entendiendo que el éxito compartido es más valioso que cualquier victoria individual. Cualquier obstáculo que se pueda presentar, es un aprendizaje más en este camino.


Jita-Kyoei es mucho más que un principio del Judo; es una filosofía de vida que nos invita a ver el éxito no solo como un logro personal, sino como algo que se comparte con los demás. Al incorporar Jita-Kyoei en nuestra práctica de Judo y en nuestra vida diaria, no solo nos convertimos en mejores judokas, sino en mejores seres humanos.

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